En este festival de cine las estrellas de la gran pantalla no son actores sino animales como el gran tiburón blanco o el calamar vampiro. En Vigo se celebra la Semana de Cine Submarino que reúne los mejores documentales del año sobre esta fauna tan sorprendente. Hoy, los trabajos se han sometido al juicio del público más exigente: los niños.
Es sin contemplaciones todo un espectáculo. El tiburón blanco, el mayor
depredador del mar, despliega toda su envergadura, 6 metros para cobrarse su presa, una foca sudafricana. La huida de estas focas, cabalgando sobre las olas, recuerda a un ejército en retirada. No todas tienen éxito y una cámara estaba allí.
Son algunos de los documentales sobre vida marina más laureados del último año que se proyectan en el festival de cine submarino de Vigo. Hoy el público es el más exigente pero también el más entusiasta. "Lo que más me ha gustado son los delfines por sus piruetas", explica un niño. Para su compañera, "mi preferido es el pulpo porque se mueve mucho y parece ciencia ficción".
Salida de otro planeta parece esta criatura grabada a 1000 metros de profundidad. Es el calamar vampiro, dotado de luces en sus tentáculos para defenderse. Captar estos movimientos sólo es posible con miles de horas de grabación, paciencia y suerte. Según el realizador, Juan Antonio Romero "es cuestión de azar y buscar varias veces hasta dar con el comportamiento que perseguimos".
Por debajo de la cota cero, la diversidad de la fauna es inabarcable y aún un misterio. Cada inmersión continúa siendo una aventura
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